CARACTERÍSTICAS Y
BENEFICIOS DE LOS PRODUCTOS
Característica
Describe lo que el producto o servicio es. Las
características están relacionadas con los elementos físicos de un producto o
servicio. Son observables, fáciles de medir, generales y relacionadas con la
naturaleza del producto o servicio.
Ventaja
Son características de un producto o servicio que lo hacen
mejor si se le compara con sus competidores directos.
Beneficios
A diferencia de las características y las ventajas, los
beneficios viven en la percepción del cliente. La mejor manera de definir un
beneficio es:
Un beneficio es el uso positivo que un cliente hace de una
característica del producto o servicio, y que le ayuda a cubrir una necesidad o
deseo específico.
LA ETIQUETA EN EL COMEDOR
Es difícil
imaginar los suntuosos banquetes de la Edad Media sin utensilios
de mesa, pero lo cierto es que durante gran parte de la era medieval, los
alimentos se llevaban a la boca con los dedos, de ahí que los primeros manuales
de comportamiento en la mesa enfatizaran tanto el lavado de las manos antes de
sentarse a cenar.
En las
mesas medievales se disponía de un juego de utensilios para todos los
comensales, y se utilizaban, esencialmente, para servirse de las fuentes; estos
se iban pasando entre los presentes durante toda la cena.
El uso de los
cubiertos individuales se propaga hacia finales del siglo XVIII, con el
estallido de la Revolución Francesa. El refinamiento de esta sociedad y sus
costumbres protocolarias se impone en las esferas sociales aristócratas y da
comienzo a una era de rápida evolución en la civilización. El siglo XIX
consagra definitivamente estas reglas de etiqueta que son las mismas
que se conocen hoy.
USO Y COLOCACIÓN DE LOS CUBIERTOS EN LA MESA
Es
importante saber cómo presentar los cubiertos en la mesa y también cómo usarlos.
La regla principal a seguir para usarlos correctamente es saber que los más
alejados del plato son los primeros en usarse, y que los más cercanos al plato
son los últimos. Los tenedores siempre se colocan al lado izquierdo del plato y
con los dientes hacia arriba. Las cucharas y los cuchillos van al lado derecho
del plato. Los cuchillos deben llevar el filo hacia adentro y las cucharas se
colocan con la parte cóncava hacia arriba. Si la mesa exhibe otras variaciones
de tenedores y cucharas, o utensilios para mariscos, se debe recordar la regla
de que estos estarán dispuestos en el orden en el que se van a usar, así
evitará confundirse. Si hay duda, lo mejor es
seguirse por la anfitriona.
LOS CUBIERTOS DEL POSTRE
Estos se
colocan al frente del plato grande, aunque en cenas muy elegantes, se dejan
para traerlos en el momento de servir el postre. El tenedor
del postre se coloca pegado a la parte superior del plato y con los
dientes mirando hacia la derecha. La cuchara va encima del tenedor y con la
parte cóncava mirando hacia la izquierda.
LAS COPAS
Se colocan
en la parte superior y hacia el lado derecho del plato, comenzando de izquierda
a derecha con la del agua (que se coloca junto a la punta del cuchillo),
seguida por la del vino tinto, y por último la del vino blanco. Si se
va a ofrecer champaña, esta copa se colocará entre la del vino tinto y la del
vino blanco. Si sólo se va servir champaña entonces la copa de ésta se ubicará
al lado derecho de la del agua. Si el champaña está destinado para acompañar el
postre, esta copa se colocará detrás de las demás. La copa más grande es la del
agua. A esta le sigue la del vino tinto, que es más baja y ligeramente
redondeada. Finalmente viene la del vino blanco, que es aún más baja que la del
vino tinto y ligeramente alargada. Una guía simple al colocarlas en la mesa es
haciéndolo de forma escalonada, de izquierda a derecha, y de mayor a menor.
LOS PLATOS
Los platos
se colocan exactamente sobre el borde de la mesa. El plato de mayor tamaño se
usa para presentar los otros platos, y no se retira hasta el momento de ofrecer
el postre. Se debe tener en cuenta que si se ensucia al servir la sopa u otro
plato, se debe cambiar. Si se va a ofrecer pescado y carne, se usan
dos platos diferentes. El plato del pan se coloca al lado izquierdo del plato
grande, delante del tenedor y con la pala para la mantequilla al lado o encima
de él.
LA MESA Y EL MANTEL
La mesa
debe estar bien iluminada, y el espacio suficientemente cómodo para los
comensales. El mantel debe ser de tonos suaves y en contraste con la
vajilla. Para la noche, este debe ser blanco, de lino o encaje, y debe colgar
30 centímetros de la mesa. Debajo del mantel se puede colocar una tela
artificial o de algodón para atenuar los ruidos de la vajilla.
LAS SERVILLETAS
Deben ser
del mismo material del mantel; las de papel sólo se usan en cenas informales.
Una forma de percibir el comienzo y también el fin de la cena es observando el
uso de la servilleta por parte de la anfitriona; cuando ella despliega la
servilleta, se inicia formalmente la cena. La servilleta se debe desplegar,
doblarse en dos, y colocarse en el regazo al sentarse a la mesa. Esta se usa
exclusivamente para secarse los labios antes y después de las bebidas; se puede
usar cuantas veces sea necesario, pero no se debe colocar en el pecho, ni
anudar al cuello, ni mucho menos se debe usar para limpiar los cubiertos o para
limpiar accidentes en la mesa. Al terminar de cenar, se debe dejar desdoblada
al lado izquierdo del plato. Cuando la anfitriona coloca la suya sobre la mesa,
la cena ha concluido formalmente.
Otros detalles de importancia
El pan se
debe partir con la mano y en pequeños trozos a medida que se va consumiendo.
Las papas francesas, las legumbres, y las pastas no se cortan con cuchillo. El
pollo se debe comer con cuchillo y tenedor. Jamás se deben usar palillos de
dientes en la mesa. Los líquidos se deben beber en dos o más partidas. Los
codos no se ponen en la mesa, y finalmente, al terminar de cenar, los cubiertos
se deben colocar de forma paralela sobre la mitad del plato.
PROTOCOLO DE SERVICIO AL CLIENTE
La atención oportuna... La amabilidad, el buen trato, el
conocimiento de nuestro trabajo, nos hará todo más fácil porque a su vez
nuestros clientes-usuarios sentirán en nosotros personas cercanas que hacen
sencillos sus problemas.
LA AMABILIDAD NOS CARACTERIZA Todas las personas deben ser
atendidas con prontitud y eficiencia cuando llegan a nuestro puesto de trabajo.
LA SOLICITUD A SU INQUIETUD DEBE SER NUESTRA META INMEDIATA
Si estamos atendiendo un cliente... Y se acerca otro, no
debemos ignorarlo. Lo debemos invitar a sentarse indicándole que pronto
estaremos con él. Le podemos decir: “Siéntese por favor, ya lo atiendo”
SI ESTAMOS HACIENDO UN TRABAJO INTERNO... O hablando por
teléfono, es conveniente suspender de inmediato; pues no hay nada más
desagradable que llegar a una dependencia y ser ignorado.
SOMOS GENTE EDUCADA... Tanto el saludo de bienvenida, como
la despedida, deben ser respetuosos, agradables y sinceros. Expresiones tales
como: Buenos días, buenas tardes, a sus órdenes, muchas gracias, para servirle,
con gusto, causan en el visitante una grata impresión. Seamos naturales, no
finjamos y evitemos el trato confianzudo con el cliente.
Debemos dirigir la
mirada al rostro de nuestro cliente o a la persona que nos habla, esto es
sinónimo de atención y respeto
SU IMAGEN ES LA IMAGEN DE LA EMPRESA
Nuestra presentación personal y actitud positiva proyecta a
la empresa ante la persona con la que nos encontramos. Somos nosotros la
primera persona con quien el cliente tiene contacto. Por lo tanto resaltamos
que “nunca hay una segunda oportunidad para esa primera vez.”Y de nuestra voz
qué? El tono y la entonación que le demos al diálogo, es de vital importancia,
ya que la manera de decirle las cosas, puede pre disponerlo positiva o
negativamente. Si nos damos cuenta de que al hablar, parece que no nos
entienden, levantemos un poco el tono: hablemos despacio y vocalicemos las
palabras adecuadamente.
Una sonrisa
acompañemos la conversación con expresiones agradables. Sonría. Si el cliente
es jovial y desea ser simpático durante la conversación permitámosle establecer
esta relación sin constituirnos en obstáculos insuperable para él.
Si por el contrario el cliente es serio, contagiémosle
nuestra simpatía, pero sin llegar a ser inoportunos.
PARA PELEAR SE NECESITAN DOS
Proceder con cuidado
durante la conversación con el cliente, es una de de las virtudes que nos deben
caracterizar. Si alguien reclama disgustado por un mal servicio o una atención
deficiente, debemos proceder cuidadosamente y con calma. Aquí debe prevalecer
la cortesía, los buenos modales y la diplomacia. Aclarémosle las dudas y
resolvámosle el problema, de tal manera que quede satisfecho. Si nos ponemos de
lado del cliente – usuario nos evitamos malos entendidos tenemos el camino
abierto en nuestra relación con los demás...
ATENCIÓN PERSONAL.
Consideraciones generales.
La transmisión de información y atención al cliente
constituye un pilar fundamental para conocer las necesidades de nuestros clientes
y conseguir así satisfacer sus intereses. Fundamentalmente aquel personal de
administración y servicios que por sus competencias se encuentra en
primera línea de información deberá conocer en todo momento cómo proceder ante
esas situaciones de demanda de información y salir exitoso en su intervención.
A la hora de evaluar la calidad de la gestión, este tema ocupa un lugar
predominante. Las personas encargadas de atender al público son
indiscutiblemente el rostro de las empresas e instituciones, son los
responsables de transmitir la imagen corporativa. Constituyen la buena o mala
publicidad.
Destinatarios de la atención.
La atención presencial se prestará a los clientes de
nuestros servicios, especialmente el personal docente, los estudiantes, el
resto del personal del centro, padres/madres, ex alumnos, empresa y público en
general.
Toma de contacto inicial.
Esta primera fase del protocolo constituye gran parte del
éxito de nuestra actuación porque va a depender del primer contacto el nivel de
satisfacción que el cliente puede llegar a alcanzar.
Se debe preparar ese primer contacto con una actitud
positiva de ayuda hacia el cliente tratando de transmitir una imagen de plena
disposición hacia él.
En ese momento la
atención hacia el cliente debe concentrarse evitándose interferencias ajenas en
la actuación. Gestos como levantar la mirada, expresiones como “¿en qué puedo
ayudarle?”, etc., con las que seamos capaces de transmitir al cliente que
estamos plenamente dispuestos en su atención son los que incrementan
significativamente ese nivel de satisfacción.
Habrá que prestar atención a la comunicación
metalingüística, la cual incluye aspectos como:
• Los gestos: el lenguaje gestual, sobre todo de la cara,
deberá resultar acorde a un trato de corrección y educación. Nunca deberán
mostrarse gestos de desagrado o dejadez. Se evitará la gesticulación excesiva y
las posturas forzadas.
• El tono de
voz: habrá de ser intermedio.
• El lenguaje: será
sencillo, descriptivo, adaptado.
• Silencios: positivos
(entendimiento), negativos (demasiado largos).
• El aspecto físico:
el personal que atiende al público debe ir vestido con propiedad.
• La
rapidez/eficiencia: Es importante dar una imagen de rapidez y eficacia.
El saludo inicial
siempre tiene que estar presente en la atención ya que constituye la mínima
expresión de educación y cortesía. El Saludo tiene un gran valor simbólico
porque dependiendo de cómo lo expresemos será entendido como un gesto de
cercanía, de proximidad, de relaciones profesionales o afectivas o un mero
gesto de cortesía y de buenas costumbres.
Seguidamente al
saludo es necesario que conozcamos qué necesita el cliente de nosotros. Para
ello preguntaremos que información desea recibir, permaneciendo atento a su
petición para que tratada de forma conveniente pueda ser atendida. Debemos
empatizar, es decir, situarnos en el lugar del cliente para conocer su
inquietud y escucharlo activamente.
Transmisión de la
información.
En el proceso de dar la información solicitada se nos pueden
presentar distintas situaciones:
1. Que se disponga de la información. En este caso, se
transmitirá de una manera cordial y agradable, cuidando el volumen y el tono de
la voz.
Habrá de transmitirse seguridad y confianza a través del
tono y el ritmo de voz., intentando ser concreto y preciso en la información.
2. Que no tengamos la
información pero se pueda recabar por otros medios. En este supuesto
intentaremos obtenerla a través del teléfono, contactando con el
departamento, servicio o área correspondiente y transmitiendo dicha información
a quien la solicitó.
3. Que se carezca de
la información y sea imposible obtenerla en ese momento. En este caso se le
cogerá su número de teléfono o dirección de correo electrónico y nos pondremos
en contacto con quien posea la información, con el objeto que esta persona se
ponga en contacto con el solicitante de la información posteriormente;
procurando en todo momento que quede satisfecho.
Finalización de la atención.
Se mantendrá una
actitud positiva, dejando que se despida el cliente y contestando a esa
despedida que nos encontramos a su disposición.
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